El camino hacia la autenticidad
Cada inicio de año nos bombardean con frases inspiradoras como «Sé tú mism@», «Vive tu autenticidad» o «Encuentra tu verdadera esencia». Pero, ¿qué significa realmente ser una mism@? ¿Es algo inamovible o es un concepto en constante evolución?
Cuando preparaba este tema, me di cuenta de que, incluso después de años de experiencia, sigo sintiendo cierto nerviosismo antes de cada intervención. Y, ¿sabes qué? Me encanta. Esos nervios me recuerdan que sigo apasionada por lo que hago. Son una chispa que mantiene mi curiosidad y mi compromiso. Ser una mism@ no significa ser estática, sino todo lo contrario: aceptar nuestra evolución y aprender a escuchar lo que realmente nos hace sentir cómodas y en sintonía con nuestra esencia.
El mito de la autenticidad inamovible
Muchas veces nos han vendido la idea de que ser una misma es algo fijo, como si tuviéramos que definirnos de una vez y para siempre. Pero la realidad es que estamos en constante cambio. Lo que nos define hoy puede no ser lo mismo que nos defina mañana. Lo importante es que cada decisión que tomemos nos acerque más a nuestra verdad interior y no a lo que se espera de nosotr@s.
Quiero compartirte una pequeña metáfora que refleja esta idea. Había una vez un árbol en un jardín, que llevaba mucho tiempo sin crecer. Miraba a su alrededor y se preguntaba qué estaba haciendo mal. Un día, un rosal le dijo que debía mirar al sol para florecer. Lo intentó, pero nada cambió. Luego, un manzano le aconsejó absorber toda el agua posible para dar frutos. Pero tampoco funcionó. Hasta que un día, un búho le observó y le dijo: «Tú no eres ni un rosal ni un manzano, eres un roble. No darás flores ni frutos, pero tu grandeza está en la sombra que ofreces y en la fortaleza de tus raíces». En ese momento, el roble entendió quién era y dejó de compararse con los demás.
Lo mismo nos sucede a nosotr@s. Nos pasamos la vida intentando encajar en moldes que no son los nuestros, siguiendo estándares que no nos representan. Pero la autenticidad no es encajar, sino reconocer nuestra propia naturaleza y vivir de acuerdo con ella.
Mister Potato y la identidad en construcción
Recuerdo el juguete de la infancia, el famoso Mister Potato. Podíamos ponerle diferentes narices, ojos, orejas y transformarlo constantemente. Así somos nosotr@s. Desde pequeñ@s nos van poniendo «piezas» en función de lo que se espera de nosotr@s. En la adolescencia, tratamos de encajar y de definir quiénes somos probando diferentes versiones de nosotr@s mism@s. Luego, llegamos a la adultez con una imagen que creemos definitiva, pero que sigue evolucionando.
¿Te ha pasado que, a los treinta o cuarenta años, te cuestionas qué haces en la carrera o el trabajo que elegiste? ¿Que de repente descubres pasiones que nunca habías explorado? Eso es porque estamos en constante construcción. No tenemos que encasillarnos en una única versión de nosotr@s mism@s.
Cómo acercarnos a nuestra verdadera esencia
- Desactivar el piloto automático: Muchas veces vivimos en una rutina que no nos permite cuestionarnos si lo que hacemos realmente nos hace felices. Pregúntate: ¿Me siento cómoda con lo que estoy haciendo? ¿Me nutre estar con estas personas?
- Observar nuestras emociones: Si algo nos genera incomodidad o frustración, escuchemos ese sentimiento. Tal vez sea una señal de que no estamos alinead@s con lo que realmente queremos.
- Ser compasiv@s con nosotr@s mism@s: Desde pequeñ@s nos han puesto etiquetas: «torpe», «perezos@», «demasiado seria»… Pero esas etiquetas no nos definen. Tal vez haya áreas en las que no destacamos, pero seguro que hay muchas otras en las que brillamos.
- Reconocer nuestras fortalezas: Nos cuesta aceptar cumplidos y valorarnos. ¿Cuántas veces has minimizado un logro? Aprender a reconocer lo que hacemos bien es clave para conectar con nuestra autenticidad.
- Permitirse cambiar: No tenemos que ser los mismos siempre. Podemos evolucionar, probar cosas nuevas, cambiar de opinión. La autenticidad no es una meta, sino un camino.
Ser una mism@ no significa ser inmutable, sino aceptar nuestra esencia y permitirnos explorar, evolucionar y crecer sin miedo. La verdadera autenticidad está en abrazar todas nuestras versiones y vivir de acuerdo con lo que realmente nos hace sentir en armonía. ¿Estás dispuest@ a descubrir quién eres en este momento de tu vida?