Esa voz que habita en nuestra cabeza, ¿actúa como maestra o como verduga?.... Es tu crítico interior.
Todas las personas tenemos una parte sana, que se siente libre de hacer y deshacer, que nos ayuda a ser flexibles, a cuidarnos, a ser fieles con nosotr@s mism@s pero a veces damos más espacio a nuestra vida a otra parte de nosotr@s, que es la Tirana, esa voz que tienes tú, que tengo yo, y todas las personas, es esa parte exigente perfeccionista, esa parte que te hace creer que nada es suficiente y que deberías de esforzarte más y más porque nunca estás a la altura, es esa voz que te hace sentir insegura y te impide que seas auténtic@ y es que esa parte que habita en nosotr@s se convierte en nuestro peor enemigo no para de castigarnos y recriminarnos cada vez que nos equivocamos ( como dice mi compañero y amigo Manuel Jesús Padilla Ruiz, psicólogo; equivócate… date el permiso de equivocarte )
Esta parte de nosotr@s tiene miedo de que descubran cómo somos realmente, que no somos perfectas y que nos valoraran menos por ello, el miedo la obliga a controlar todo lo que dice, todo lo que hace. es muy entendible que viva tan infeliz y agobiada porque la energía que necesita no se la proporciona a ella, se la proporciona los demás con sus opiniones.
Te acompaño a identificar y desobedecer esa parte tirana, porque cuanto más la obedeces más se empodera y puede hacerte creer que tu eres así y que nunca puedes cambiar.
Quiero proponerte un ejercicio para identificarla.
Te invito a que te pares a observar en qué momentos de tu día esa parte tirana, tan crítica, y, en qué ocasiones, aparece para coger las riendas de tu vida.
Párate y obsérvala, dibújala (te sugiero un cuaderno de notas) dale una forma, color para poder identificarla. Cada vez que sientas que te esta hablando, anota al lado del dibujo, el momento, la situación.
Por el momento toma conciencia de cuando aparece, no intentes que desaparezca, quizás aún no estés preparad@ para hacer algo diferente. Tal vez hasta ahora no te habías parado a observarla y creías que actuar escuchándola era lo normal. Puede que llevemos mucho tiempo haciéndole caso y hayamos normalizado su escucha. Por eso te animo a que te pares y la observes porque cuando paras, la observas, y tomas conciencia de su existencia, puedes elegir si la dejas de actuar o no. Porque hay una cosa cierta y es que cada vez que actúas desde ella, cada vez que le haces caso, esa parte tirana, se hace mas grande y fuerte… cada vez que actúas desde esa parte, tu voz maestra, tu parte sana, esa que es tan segura, tan libre e independiente, se hace cada vez mas pequeña e insignificante.